
21-12-2021
Vitale y Fitpoint lanzaron en las redes #YoColaboroConLaPeluffo un challenge para apoyar el trabajo que se realiza allí. Aquí te mostramos el corazón del lugar que llena de esperanzas a miles de familias uruguayas.
Sobre la avenida principal de Montevideo, 18 de julio, y a metros del Obelisco, se encuentra el Hogar La Campana. El edificio, construido especialmente para la Fundación Peluffo Giguens en 2005, cuenta con 7 plantas y 21 habitaciones con baños para recibir a pacientes con patologías hemato-oncológicas que precisen un lugar donde quedarse mientras realizan su tratamiento. Con una fachada sobria y moderna, ningún peatón que pase por ahí imagina la magia que ocurre puertas adentro.
"Cuando el paciente llega, a veces ni siquiera conoce la ciudad, pero enseguida el hogar se convierte en su casa", cuenta Laura Sales, administradora de La Campana, para explicar el papel que cumple el hogar en los niños y adultos que se instalan lejos de sus familias para transitar un tratamiento oncológico. Allí no solo reciben un lugar confortable donde dormir y alimentarse, sino que también encuentran contención psicosocial y apoyo emocional permanente.
Desde sus inicios, La Campana se financia exclusivamente con su evento anual #RelevoPorLaVida y con las donaciones de particulares y empresas que se acercan a la fundación para aportar insumos, productos y dinero que solventan los gastos de funcionamiento y de apoyo a los pacientes. A esos apoyos se sumó Coca‑Cola Uruguay, que con su marca de agua Vitale y junto a la tienda deportiva Fitpoint, crearon el desafío #YoColaboroConLaPeluffo y por el cual se comprometieron a donar 10.000 botellas de agua y un año de alimentos no perecederos al hogar.
"Esto nos va a venir bárbaro porque muchas veces tenemos que conseguir envases para que los pacientes se lleven agua a su tratamiento", cuenta Laura haciendo referencia a la importancia de la hidratación en los pacientes. Además, la encargada explica que contar con alimentos no perecederos es fundamental para armar las dos canastas mensuales que recibe cada paciente una vez que vuelve a su casa. De esta manera, se mantiene el vínculo con las personas y se asegura que tengan una correcta alimentación durante su recuperación.
No existe el “no”
El trabajo de La Campana trasciende lo que uno podría imaginar sobre un lugar de alojamiento. En este espacio la esperanza se multiplica y las familias tienen la comodidad de contar con todo lo que precisan para focalizar sus esfuerzos en juntar fuerzas y recuperarse. "Acá prácticamente no existe el ‘no’, siempre nos ponemos en el lugar del otro y buscamos cómo ayudar en el problema que tengan", explica Julio Rotunno, Gerente General de la Fundación Peluffo Giguens.
"Nos enseñan a sobrellevar un problema gravísimo con una alegría incomparable", concluye Laura, quien después de 16 años de trabajo en La Campana se siente cada vez más orgullosa del compromiso de todos los funcionarios y voluntarios de la Fundación.
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