La salteña es una empanada jugosa picante y rellena de carne, de res o pollo, huevo duro, papa, arvejas, aceitunas y ají.
Te contamos la rica historia detrás de la salteña, este símbolo de la identidad boliviana
En el marco de un nuevo Día de la Salteña, que cuenta con el apoyo de Coca‑Cola Bolivia, hablamos con dos historiadores sobre el valor gastronómico de la empanada más boliviana de todas.
Con dos siglos en su haber, el lugar de la salteña dentro de la gastronomía boliviana es único e inigualable. Estamos hablando de la emblemática empanada con caldo picante que une a millones de personas, ya sea a través de una celebración especial o de un negocio que ayuda a sustentar a miles de hogares.
La investigadora Beatriz Rossels, autora de los libros Antología de la Gastronomía Boliviana y Gastronomía en Potosí y Charcas siglo XVIII, XIX y XX, considera que en el siglo XXI la salteña se ha convertido en el bocado más apetecido en Bolivia y que se ha adaptado con éxito a todas las ciudades con las variantes que cada región prefiere.
Pero, ¿qué tiene esta empanada para haberse popularizado tanto, incluso fuera de Bolivia? Beatriz señala que se debe a varios aspectos que tienen que ver con sus ingredientes, especialmente su jugo picante, pero también en su tamaño y fácil manipulación, que la convierten en un aperitivo ideal en reuniones familiares y en la oficina, o simplemente para disfrutarla en cualquier lugar sin necesidad de platos o cubiertos.
"Más que un plato es un bocado de fácil transporte y manejo. Es más apetitosa la empanada que un sándwich pues tiene un sabor atractivo por algún tipo de carne y la mezcla con los ingredientes que añaden sabor. Y el ají, que es un atractivo especial", explica Beatriz.
Está opinión la comparte Juan José Toro, Director del diario El Potosí, autor de un libro sobre la historia de la salteña, en el que ha reivindicado documentalmente su origen en la ciudad de Potosí. Una de sus conclusiones es que la singularidad de esta empanada es su relleno jugoso con ingredientes muy propios de Bolivia. "Si no tiene ají, papa y jigote preparado con caldo de patas de res, no es salteña", señala.
Las investigaciones de Beatriz y Juan José indican que la empanada llegó al continente con los españoles, y hoy cada país de América Latina tiene sus especialidades. Las primeras variantes aparecen en el recetario más antiguo, el de Doña Josepha de Escurrechea (Potosí 1776).
Durante la migración argentina a principios del siglo XIX algunas familias de Salta que se establecieron en Potosí las elaboraban para la venta. Y de allí su nombre: el gentilicio bautizó a la empanada de caldo, como se la conocía hasta entonces.
La empanada es fuente de ingreso económico de miles de bolivianos.
La salteña como sustento familiar
Igual que entonces, muchas familias emprenden el negocio de venta de empanadas y eso ubica a la salteña como la base del sustento de muchos hogares.
Para apoyar a los emprendedores gastronómicos, Coca‑Cola Bolivia vuelve a sumarse a las celebraciones por el Día de la Salteña, que se festeja cada 10 de noviembre.
Este año la propuesta incluye el Festival de la Salteña, que se llevará a cabo por todo el mes de noviembre, del que participan 500 salteñerías del país con promociones de combos de salteñas a través de Pedidos Ya.
La invitación está hecha: ¡a disfrutar de salteñas con una Coca‑Cola bien fría!