14/05/2020
En enero de 2018, Coca‑Cola anunció su compromiso global “Mundo sin Residuos”. En este compromiso se planteó, entre otras, la exigente meta de recolectar y reciclar para el año 2030 el equivalente a cada una de las botellas, latas o empaques que produce en todo el mundo.
Pero, ¿de dónde es que ha nacido esta idea? y más importante, ¿cómo es que la Compañía planea lograr un objetivo tan ambicioso?. Selecciona un tema y descubre cómo Coca‑Cola planea llegar alcanzar “Un Mundo sin Residuos”:
Este esfuerzo comprende la innovación en nuevos empaques para que sean más sostenibles. Es así como junto con su red global de socios embotelladores está implementando una nueva visión que se enfoca en todo el ciclo de vida del envase, desde cómo se diseñan y fabrican los empaques, hasta cómo se reciclan y reutilizan, para que tengan más de una vida.
Para el año 2030, el Sistema Coca‑Cola también busca fabricar botellas con un promedio de 50% de contenido reciclado. El objetivo es establecer un nuevo estándar global para los empaques de bebidas. Hoy en día, gracias a la tecnología y el trabajo de muchísimas personas a lo largo del ciclo, es posible utilizar botellas recicladas para fabricar las nuevas y es parte de lo que Coca‑Cola FEMSA junto con sus proveedores aliados ya hace 5 años en Colombia.
Una parte de esta meta incluye el rediseño para hacer empaques 100% reciclables. Actualmente, la mayoría de los empaques de la Compañía son reciclables.
Por ejemplo, están realizando esfuerzos para fomentar el uso de envases retornables, como una alternativa conveniente y sostenible, lo que involucra inversiones y capacidades de mercadeo cuyo objetivo es contribuir a generar hábitos de compra que integren la retornabilidad al estilo de vida de los consumidores, mientras ahorran y contribuyen a cuidar el medio ambiente.
Es importante decir que los esfuerzos de Coca‑Cola para la recolección de empaques abarcan a toda la industria, incluyendo las botellas de otras compañías. De esta manera, el Sistema Coca‑Cola está trabajando con las comunidades locales, embotelladores, socios de la industria, partners especializados, consumidores e incluso competidores para ayudar a resolver problemas, como los residuos producidos por los empaques y los residuos marinos.
Actualmente más de la mitad de los empaques de la compañía a nivel mundial son recolectados y reciclados, sin embargo todavía quedan muchos retos que puede explicar mejor Ulrike Sapiro, Directora en temas de sostenibilidad para Coca‑Cola Company.
El Sistema Coca‑Cola está participado activamente con socios locales, como el caso de las múltiples limpiezas costeras que se han realizado en diferentes países de la región. Costa Rica y Ecuador, en una de las zonas más biodiversas del mundo como son las Islas Galápagos, son dos grandes ejemplos.
También en iniciativas regionales como lo son el Asfalto Verde en Costa Rica, que consiste en recolectar y reciclar botellas PET para poder crear una losa asfáltica útil y viable para las construcciones de carreteras.
En Colombia, trabajamos con diversos aliados que conforman la cadena de valor, cuyos aportes son vitales para poder cerrar el ciclo de vida de nuestras botellas y contribuir a generar una economía circular.
Igualmente, se está trabajando para contribuir para que los consumidores comprendan qué, cómo y dónde reciclar, ya que este es el primer paso para que se pueda dar el efectivo re-aprovechamiento de los residuos.
Faltan 10 años para el objetivo final, y la compañía sigue buscando nuevas formas de aprovechar al máximo sus recursos para ser eficientes y llegar a crear una economía circular que involucre a todos los protagonistas.
A nivel regional el Sistema Coca‑Cola anunció dos inversiones que procuran acelerar el desarrollo y la implementación de novedosas tecnologías de reciclaje mejorado que convertirán el plástico reciclado en PET de grado alimentario, este podrá utilizarse en las en el portafolio de bebidas de la compañía. A diferencia del reciclaje mecánico, el reciclaje mejorado permite la recuperación y reutilización del plástico PET, sin degradar el material.
De esta manera, “Un Mundo sin Residuos” se afianza en el fortalecimiento de una economía circular, por medio del diseño de empaques sostenibles, el reciclaje, la recolección y las alianzas estratégicas con el objetivo de reducir el impacto que producimos en el medio ambiente.