30/09/2020
Hace 8 años Cristina Avellaneda y su hijo tomaron la decisión de dejar la ciudad para ir a vivir en las montañas del municipio de La Calera.
Allí empezaron una nueva vida, sin el ajetreo de la vida urbana, pero enfrentando grandes retos para equilibrar sus deseos por conservar y al mismo tiempo hacer productiva su finca de 120 hectáreas. Por eso, para ellos formar parte del programa del Sistema Coca‑Cola Agua por el futuro ha sido una gran oportunidad.
Agua por el Futuro protege ecosistemas estratégicos para el agua (cercanos a cuencas, reservorios o nacientes de agua) y, en el Caso de Cristina, su predio está ubicado en una región que produce el 80% del agua que abastece a Bogotá.
Fue la madre de Cristina, Cecilia de Avellaneda, quien en 2015 inició las gestiones para unirse al proyecto. A partir de allí, la familia se comprometió a que 80 hectáreas de la finca, sean área de conservación.
La familia subsistía de la venta de quesos, pero gracias a Agua por el Futuro recibieron aportes en especie que les han permitido ampliar sus opciones de ingreso sumado un proyecto de cultivo de truchas y mejoras en la producción ganadera, para hacerla más amigable con el ecosistema. Después de lograr todas estas mejoras, se enfocaron en fomentar el ecoturismo con los avistamientos del oso de anteojos que vive en la zona protegida.
Los aportes recibidos por la familia para hacer todas estas mejoras son numerosos, entre ellos cabe mencionar: cercas eléctricas solares, materiales como alambre, tablones y mangueras, una estufa eco-eficiente y un equipo de energía solar, entre otros. Además, toda la asesoría técnica para llevar adelante las mejoras a nivel productivo.
Para Cristina, hoy es tan importante cuidar el agua como que cada persona que la visite se quede con la idea de que debemos valorar y preservar nuestros recursos naturales. “Sueño con que cada joven que me visite se lleve una partecita de este proyecto en su corazón, porque es un papel que todos debemos tomar”.
En Colombia, Agua por el Futuro ha logrado, en 2018, devolver 2.1 millones de litros de agua, gracias a diversas acciones de conservación en 1.944 hectáreas, que permiten proteger ecosistemas estratégicos para la captación y calidad del agua.
El proyecto impacta positivamente en cuencas de agua de vital importancia para la naturaleza, las comunidades y las actividades productivas de Coca‑Cola. En el caso de Colombia, se trabaja en los alrededores de Bogotá y Medellín beneficiando de forma indirecta a más de 11 millones de ciudadanos.