El consumo de azúcares contenidos en las bebidas no provoca diabetes. La diabetes se produce cuando el organismo no puede fabricar o hacer un uso adecuado de la insulina, una hormona producida por el páncreas. La insulina permite que las células del organismo utilicen la energía de los hidratos de carbono (el azúcar es un carbohidrato) procedentes de los alimentos y bebidas.
El Comité Asesor de las Guías Alimenticias para los estadounidenses del 2005 (U.S. Dietary Guidelines for Americans, 2005), revisó las pruebas científicas y no encontró relación alguna entre la ingesta de hidratos de carbono (incluyendo los azúcares de las bebidas) y la diabetes tipo 1 o tipo 2. Las personas con diabetes pueden consumir azúcares en su dieta siempre y cuando estos estén incluidos en su plan de alimentación o sin aumentar la ingesta de calorías.