1880s
"Deliciosa y refrescante"
Como muchas personas que cambian la historia, John Pemberton, un farmacéutico de Atlanta, fue inspirado por una simple curiosidad. Una tarde, creó un líquido perfumado de color caramelo y, cuando terminó, lo llevó a la Farmacia Jacobs.
Allí, la mezcla se combinó con agua gaseosa y se ofreció a probar a los clientes, quienes estuvieron de acuerdo en que esta nueva bebida era algo especial. La Farmacia Jacobs la puso a la venta por cinco centavos (aproximadamente 0,04 €) por vaso.