El Centro de Investigación y Desarrollo de Coca-Cola en Bruselas

Viaje al corazón de la innovación de Coca‑Cola

Descubrimos de primera mano el Centro de Investigación y Desarrollo de The Coca‑Cola Company en Bruselas

Vivimos en un mundo en el que los gustos y las tendencias cambian rápidamente. Por eso, como empresa que aspira a ser una compañía total de bebidas que responda a las necesidades de los consumidores, la innovación juega un papel fundamental en la estrategia de The Coca‑Cola Company.

Buena prueba de ello son los seis centros de investigación que Coca‑Cola tiene en todo el mundo, dos en Norteamérica (en Atlanta y Florida), uno en México (para toda Latinoamérica), otro en Shangai (para el Sureste asiático y Australia), otro en Tokio (para Japón) y, finalmente, otro en Bruselas, que cubre Europa, África y Oriente Medio.

Con motivo del 65 aniversario de Coca‑Cola en España, hemos tenido la oportunidad de viajar al corazón de la innovación de Coca‑Cola y conocer de primera mano el Centro de Investigación y Desarrollo de The Coca‑Cola Company en Bruselas, donde nacen el 80% de los productos que se comercializan en Europa Occidental.

El centro de I+D de Coca‑Cola en Bruselas

89 expertos y científicos de 15 países diferentes trabajan en el Centro I+D de Coca‑Cola en Bruselas.

Situado a las afueras de Bruselas, una gran puerta roja con una botella enorme de Coca‑Cola preside el centro de I+D de Coca‑Cola. Cuando la atraviesas, lo primero que llama la atención es la luz que ilumina el gran patio central; un espacio abierto que ejerce de eje articulador y donde los empleados se juntan para comer, charlar o jugar al ping-pong o el futbolín.

Abierto en el año 2010, el Centro de I+D de Coca‑Cola en Bruselas es el segundo centro de innovación más importante de la compañía. En él trabajan 89 expertos y científicos de 15 nacionalidades diferentes (entre ellos, siete españoles), dando servicio a 122 países de Europa, África, Eurasia y Oriente Medio, desarrollando bebidas adaptadas a los gustos de los consumidores de cada región.

Su papel es crucial dentro de la estrategia de Coca‑Cola, pues su labor no se limita a crear nuevas bebidas o cambiar las recetas de las ya existentes, sino que también se dedica a la creación de envases innovadores y nuevas experiencias sensoriales, así como a la investigación de nuevos materiales más sostenibles o equipos de frío con un consumo más eficiente mediante el uso de la inteligencia artificial.

Para hacernos una idea del volumen, solo en 2016 el Centro desarrolló 48 nuevas bebidas para Europa Occidental y más de 300 innovaciones de productos y envases. Pero quizás, lo que hace a este Centro tan especial es su capacidad para detectar tendencias y su flexibilidad a la hora de desarrollar alternativas de bebidas en nuevas categorías, como pueda ser bebidas lácteas y de origen vegetal, té y café… Además de refrescos con y sin gas, agua…

En España hemos podido disfrutar de muchas de estas innovaciones, como Aquarius Vive, Powerade zero azúcar, la nueva gama de mixers Royal Bliss o la nueva botella de Fanta exclusiva para la hostelería española. También lanzamientos recientes como Appletiser y GLACÉAU smartwater, así como otras innovaciones que están por llegar en nuevas categorías de bebidas, y que responden a los cambios de hábito en el consumidor español.

El esfuerzo detrás de cada nueva bebida

En el laboratorio del Centro se elaboran centenares de recetas para cada nueva bebida o variante.

Sin duda, lo más fascinante de la visita al Centro de Innovación y Desarrollo de Coca‑Cola en Bruselas es poder descubrir cómo se crea una nueva bebida, un proceso iterativo en el que se llegan a probar cientos de recetas diferentes hasta poder dar con la que encaja perfectamente con lo que se estaba buscando.

Todo comienza cuando se detecta una nueva tendencia en el mercado o una necesidad de los consumidores y se esboza cómo debería ser esta nueva bebida. Con esta primera idea, los técnicos del laboratorio empiezan a probar diferentes combinaciones de entre más de 1600 aromas e ingredientes.

Los técnicos reciben formación específica y constante para mejorar su capacidad sensorial.

Estas primeras versiones de la bebida, que pueden llegar a ser decenas e incluso centenas, se catan internamente -en un proceso constante de prueba y error que puede durar meses- hasta conseguir reducirlas a cinco o seis, que son las que se utilizarán para hacer estudios de mercado con el consumidor antes de la elegir la versión definitiva que se comercializará.

Para lograr que todo este proceso sea lo más flexible posible y lograr dar una respuesta rápida a los cambios del mercado, el Centro cuenta con una nueva planta piloto instalada recientemente.

La nueva planta piloto le ofrece al Centro la capacidad de ser mucho más ágil a la hora de probar las nuevas recetas.

Se trata una versión a pequeña escala de las líneas de llenado que encontramos en las fábricas, y es capaz de producir con agilidad pequeños lotes de bebidas -destinados normalmente a pruebas- sin tener que recurrir a embotelladores locales -un proceso más lento- y con la seguridad de que la bebida se podrá producir en las mismas condiciones una vez se lance a gran escala.

El reto de reducir el contenido en azúcar

Desde el año 2000, Coca‑Cola en España ha reducido un 45% el contenido en azúcar por litro en el total de ventas de sus bebidas. Un logro que no hubiera sido posible sin el gran trabajo realizado en el Centro, tanto en el desarrollo de nuevas bebidas y variedades sin azúcares añadidos como en la reformulación de bebidas ya existentes para reducir el azúcar manteniendo el sabor.

Coca‑Cola en España ha reducido un 45% el contenido en azúcar por litro en el total de ventas de sus bebidas desde el año 2000.

Un magnífico ejemplo de ello es Fanta y Sprite, las dos marcas más grandes de The Coca‑Cola Company después de Coca‑Cola. Durante los últimos años, se ha conseguido reducir un 40% el azúcar añadido de Fanta naranja y limón y un 80% el de Sprite, manteniendo el sabor. Además, tanto Fanta como Sprite disponen de una variedad zero sin azúcares añadidos.

Desde 2010, el Centro de Innovación y Desarrollo de Coca‑Cola en Bruselas ha desarrollado 231 productos bajos en o sin azúcar en Europa Occidental, y hasta 375 variedades bajas en o sin calorías.

Más allá del sabor: innovación en envases

Es también una labor del Centro de I+D desarrollar envases cada vez más sostenibles y con un mayor uso de material reciclado. Por poner un ejemplo, en los últimos 30 años, el peso de las latas se ha reducido un 40%. Además, las latas de aluminio están hechas con un 50% de material reciclado, y las de acero, con un 25%.

Pero no se trata únicamente de sostenibilidad. El envase es parte esencial de la experiencia de consumo, y en el Centro se trabaja para crear envases únicos para cada bebida, así como para desarrollar diferentes tamaños que se adapten a las diferentes necesidades de consumo.

La nueva botella de vidrio de Fanta para la hostelería.

En España se lanzó recientemente la nueva lata de 200 ml de Coca‑Cola, Fanta y Sprite, pero quizás el caso más interesante a nivel de diseño sea el de la nueva botella de vidrio de Fanta para la hostelería española. Un diseño asimétrico inspirado en la torsión de una naranja para liberar su zumo y que supuso todo un desafío, con más de tres años de desarrollo y cientos de modelos probados, y que ha supuesto una reducción del peso del envase en un 26%.

Estos son solo algunos ejemplos de los cientos de innovaciones que salen del Centro de I+D de Coca‑Cola en Bruselas, el corazón de la innovación de la compañía para Europa, África y Oriente Medio, siempre tratando de adelantarse a las tendencias del mercado y con el consumidor en el centro de su estrategia.

 

Última actualización: 27/02/2018