MARES CIRCULARES: UN ENFOQUE 360º PARA ABORDAR EL PROBLEMA DE LOS RESIDUOS MARINOS
Este proyecto de Coca‑Cola recoge basura de costas y mares, conciencia de la importancia de reciclar e impulsa soluciones a la contaminación marina apoyando estudios científicos y a 'start-ups'
Imagina por un momento un mundo sin residuos. ¿Difícil, no? Las playas y los océanos están limpios; los peces han dejado de confundir los plásticos con comida. Tierra adentro, no hay envases en el suelo: todos han sido diseñados para que puedan tener una segunda vida y nuestra conciencia ambiental nos impide dejarlos fuera del contenedor amarillo.
Hoy ese mundo parece lejano, pero es posible. Así lo cree Coca‑Cola, que en 2018 puso en marcha Mares Circulares, un programa de alianzas que aborda el problema de los residuos marinos en España y Portugal de forma integral.
Y es que, en primer lugar, ataca lo más urgente, que es la recogida de basura de los mares. En segundo lugar, lo más importante, que es la concienciación de la sociedad para que reciclemos. Y, en tercer lugar, impulsa el desarrollo de soluciones al problema de la contaminación marina. ¿Cómo? Apoyando estudios científicos y a start-ups que promueven la economía circular.
Limpiar costas, espacios protegidos y fondos marinos
Mares Circulares se encuadra dentro del compromiso de Coca‑Cola de recoger el equivalente al 100% de los envases que comercializa.
Dentro del compromiso de Coca‑Cola de recoger el equivalente al 100% de los envases que comercializa, lo primero es retirar los residuos de playas, reservas marinas y el fondo del mar. Para ello, en cada edición del programa cientos de voluntarios, coordinados por la Asociación Chelonia, la Fundación Ecomar y la Liga para a Protecção da Natureza, entre otras, monitorizan primero las playas (para evaluar el estado de los arenales) y luego las limpian de colillas, bolsas, envoltorios, botellas o tapones.
Además de en la costa, en las reservas marinas y otras áreas protegidas también se acumulan desechos. Para contribuir a su conservación, Mares Circulares colabora con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Estas tareas de limpieza son realizadas por buzos y marineros voluntarios, que trabajan con barcos de pequeño calado para acceder a estos espacios en los que se restringe la pesca para preservar la fauna.
Lo primero es retirar los residuos de los lugares donde nunca debieron estar: las playas, las reservas marinas y el fondo del mar
Lamentablemente, los fondos marinos tampoco escapan a la contaminación y, gracias a decenas de embarcaciones de cofradías de España y Portugal, en cada campaña los pescadores involucrados en el proyecto sacan a tierra los residuos que quedan atrapados en sus redes, en su mayoría plásticos. Ya en puerto, la Asociación Vertidos Cero se hace cargo de ellos.
Desde 2018, el proyecto Mares Circulares, en el que han colaborado ya más de 1.200 organizaciones públicas y privadas de forma directa e indirecta, ha recogido casi 2.300 toneladas de residuos, con la participación de casi 45.000 voluntarios, entre ellos más de 120 barcos pesqueros de 17 puertos cada año. En este tiempo se han realizado más de 450 intervenciones en playas y otros entornos acuáticos, así como en más de 80 reservas marinas y otras áreas protegidas.
Sensibilizar y formar sobre el reciclaje
Voluntarios del proyecto durante una de las acciones de recogida de basura del litoral.
Sin embargo, de nada sirve recoger los residuos si no se genera una cultura del reciclaje que evite que estos vuelvan a acabar en la naturaleza. Por eso, cada verano Mares Circulares celebra talleres de reciclaje y economía circular en las playas más concurridas de España y Portugal, además de charlas sobre la importancia de cuidar el medio ambiente en colegios, institutos, ayuntamientos y centros deportivos, entre otros lugares. Desde 2018, se ha logrado sensibilizar y formar a más de 73.000 personas de 210 municipios.
El segundo paso es sensibilizar y formar a la población, especialmente a los más jóvenes, sobre la necesidad de reciclar para no ensuciar
En este cambio de conciencias para devolver la salud a los océanos, los niños son clave. Especialmente en las acciones de voluntariado in situ, limpiando el litoral con Ecomar, pero también durante las charlas, el mensaje de reciclar y reutilizar, pero sobre todo no tirar, cala profundamente en ellos. No solo eso. Lo llevan a sus casas y se acaba extendiendo en su entorno, amplificándose
Apuesta por soluciones innovadoras
La investigación científica es clave para luchar contra la contaminación marina.
Tras la recogida de residuos y la concienciación ciudadana, se trata de apoyar la investigación científica para incrementar el conocimiento sobre los residuos sólidos en los mares y su impacto, y ofrecer soluciones.
Esto es algo que Mares Circulares hace, por un lado, poniendo a disposición de toda la comunidad científica los datos recogidos en cada una de las campañas, registrados de acuerdo a una metodología internacionalmente aceptada.
En estos años en los que se han recolectado y clasificado toneladas de residuos, unidas a las monitorizaciones realizadas en playas, se ha recogido una cantidad de datos significativa. Esto permite a los investigadores analizar cuestiones como la procedencia, estacionalidad, impacto, grado de degradación y reciclabilidad de los residuos encontrados, lo que es una valiosa fuente de información y conocimiento para avanzar hacia una economía circular de los residuos.
En este sentido, Coca‑Cola celebra jornadas científico-técnicas en universidades para mostrar el valor científico de los resultados obtenidos desde 2018.
Por otro lado, Mares Circulares financia cada año tres estudios científicos y a una start-up, cuyo modelo de negocio esté basado en la economía circular, a través de los Premios Mares Circulares, coordinados por la Asociación Chelonia y dotados con 8.500 euros para cada ganador.
El tercer paso es la promoción del emprendimiento, la innovación y la investigación para reducir el impacto de los residuos sólidos en los mares
Desde 2018 Mares Circulares ha impulsado 14 investigaciones científicas en diferentes universidades españolas y 6 proyectos de emprendimiento, con una inversión de más de 118.000 euros.
Investigaciones como las que proponen convertir los desechos de las toallitas húmedas en carbón activo; la valorización energética de los microplásticos; o la recuperación del plomo de los fondos marinos para usos diversos.
O empresas emergentes que trabajan para transformar residuos de redes de pesca en canastas y porterías de fútbol; fabricar envases biodegradables a partir de macroalgas; o desarrollar tecnología que permita reciclar envases multicapa.
Además, desde 2023 Mares Circulares colabora con la Universidad Autónoma de Madrid para analizar la posibilidad de construir objetos con impresoras 3D a partir de plástico PET deteriorado y plástico no PET, ambos recuperados de las intervenciones del proyecto.
Una segunda vida a los residuos recogidos
Uno de los bancos fabricados a partir de residuos marinos.
Los residuos recolectados en cada campaña se categorizan y, siempre que se puede, se reciclan. Muestra de ello es que en 2019 se logró crear la primera botella apta para uso alimentario elaborada con un 25% de plástico reciclado procedente de los desechos recogidos durante el programa.
Otro de los hitos es que en 2022 se consiguió dar una segunda vida a más de cinco toneladas de plástico no PET (restos de redes, bolsas o film muy degradado y mezclado) recuperadas por los pescadores participantes en el proyecto.
Tal reutilización fue posible gracias a una tecnología puntera, impulsada en colaboración con la Asociación Vertidos Cero, AIMPLAS (Instituto Tecnológico del Plástico) y Plàstic Preciós La Safor, ONG experta en la concienciación sobre la economía circular y el reciclaje del plástico.
El resultado fueron 19 bancos elaborados con entre un 30% y un 50% de la basura marina recuperada.
Restaurar y conservar la posidonia, uno de los tesoros del Mediterráneo
Desde su lanzamiento, Mares Circulares ha estado siempre en constante evolución y desde 2022 incluye también acciones enfocadas a la conservación de la biodiversidad marina.
Así, el programa contribuye a la restauración y conservación de la posidonia oceánica, uno de los tesoros del Mediterráneo que se encuentra amenazado y que es fundamental en la lucha contra el cambio climático como sumidero de carbono.
De la mano de la ONG SUBMON, se han plantado haces de posidonia en fondos marinos degradados de Girona. Asimismo, un equipo de la entidad para la conservación del medio marino Aula del Mar ha realizado un estudio sobre el estado de las praderas de posidonia en el litoral de Málaga. Y en el museo de educación ambiental de esta entidad en la ciudad, se ha creado una zona temática sobre estos bosques sumergidos para concienciar a los estudiantes que lo visitan de su gran valor ecológico.
Toda acción es poca para garantizar la sostenibilidad futura de nuestros mares. Dentro de estos esfuerzos, frente a la lógica del compro, uso y tiro, la del compro, uso, reparo, reutilizo y reciclo, propia de la economía circular, marca el camino hacia un mundo sin residuos. Solo hace falta la implicación de todos desde el convencimiento de que la salud del planeta -con unos océanos limpios- va irremediablemente unida a la nuestra.
Última actualización: 15/06/2024